«A fines del año 2017 el ministro Gustavo Ferrari, su asesor penitenciario Fernando Rozas y el interventor del SPB, José Baric, estaban determinados a deshacerse de mi perturbadora presencia en los impolutos establecimientos penitenciarios que ellos administraban. El inminente estreno del documental PABELLÓN 4, les impedía expulsarme en forma directa ya que no querían pagar el costo político en momentos en que, mal que mal, algo de prensa a mi favor tendría. Por eso comenzaron una tarea muy efectiva de desgaste, tarea que, efectivamente me perturbó física y psicológicamente. Pero roto y todo no lograron derrotarme. Para la tarea de socavar años de esfuerzo escogieron a un nuevo director de la unidad que desde el primer día manifestó que no iba tolerar cosas raras con mis libritos en su unidad (Jorge Gómez dixit).El texto que leerán a continuación es un extracto del segundo prólogo que publiqué en el libro Borges habla el silencio. Imprimimos mil de esos libros que regalamos a otras cárceles, a bibliotecas populares, villas, escuelas y medios de comunicación. Agotada la primera edición, editamos una segunda tanda de otros mil. Fue el libro que le regalamos a cientos de personas en las salas de cine cuando se estrenó el documental PABELLÓN 4. Aprovechando el apoyo de jueces como Roberto Conti y José Villafañe tuvimos la posibilidad de hacerle llegar este libro a todos los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires y a todos los miembros del Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires. En un acto de arrojo (o de provocación), me tomé la molestia de entregarle en mano un ejemplar de este libro a las secretarias privadas del ministro Gustavo Ferrari, de Fernando Rozas de José Baric y del Procurador General de la Suprema Corte, Julio Conte Grand. Decenas de periodistas, jueces, camaristas y abogados recibieron gratuitamente ese libro en donde describimos con bastante detalle la persecución de la que éramos víctimas ¿Cuál fue el resultado de la difusión? Pese a la denuncia pública que surge el segundo prólogo titulado “Nuestro equipo furtivo, contrabandista y Panglossiano”, la misma tuvo nula repercusión, o mejor dicho, la única repercusión que tuvimos fue la revancha del SPB con más violencia, mas extorsión y más amenazas por parte de los representantes del estado provincial. Es bueno que los que no lo hayan leído lo lean y quienes lo hayan leído lo vuelvan a hacer, para entender la soledad y la impotencia de quienes hacemos territorio en los centros de tortura bonaerense. La derrota tiene un gusto amargo y bastante desagradable. La derrota duele y lastima. No está bueno hacerse amigo de la derrota. Pero mucho peor es rendirse ante su presencia….»(extracto del capítulo «Ni Borges zafó de la requisa (2017)» del libro de Alberto Sarlo «Espectros del pabellón» que esperamos publicar en algún momento del 2020 si alguna editorial importante se copa en ayudarnos)
